El día martes pasado los trabajadores del metro de Buenos Aires realizaron un paro total en la red del transporte capitalino durante todo el Turno 2. ¿Las causas? Un grupo de 16 trabajadores, entre ellos Néstor Segovia, dirigente de Metrodelegados fueron detenidos por la policía metropolitana en el momento en que el sindicato terminaba una asamblea en las vías de la estación Las Heras de la línea H y se disponía a retomar el tráfico normal. Según datos de la prensa, esta paralización afecto a 1.245.000 pasajeros que utilizan el subte, por lo que se incrementó la frecuencia de 36 líneas de colectivos y se implementaron servicios especiales.
Ya son 27 días desde que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Metrodelegados) se encuentra realizando diversas medidas de presión y sensibilización de la población para resolver un conflicto con el gobierno y Metrovías, la empresa privada operadora de la red, con el objetivo de negociar el reajuste salarial. El problema se originó cuando las autoridades del trabajo quitaron el estatus jurídico a esta asociación sindical dando la “representación legal” a un organismo llamado UTA que tiene un porcentaje marginal de afiliados y que responde a políticas pro-empresariales, no Así Metrodelegados, organización sindical fundada el 2 de septiembre de 2008 a la que están afiliados casi la totalidad de los trabajadores de metro, con sus respectivos delegados y comisiones de trabajo.
Con el beneplácito del gobierno, la empresa y la UTA negociaron a espaldas de los trabajadores y su organización sindical un reajuste salarial a la baja de un 15% en un año en que la inflación está proyectada al 25%. Sumado a ello, a todos los trabajadores de Metrodelegados se les descontará un 1% de su salario para inyectar dinero a las arcas de la UTA.
Los trabajadores del Subte de Buenos Aires, los cuales en su amplia mayoría están organizados en Metrodelegados, exigen legítimamente dialogar y negociar el reajuste salarial con la empresa a través de su organización representativa, sin embargo, el gobierno y Metrovías han mostrado total intransigencia al negarse al diálogo y a sancionar a los trabajadores con medidas disciplinarias y amenazas de despidos.
Las medidas de presión de Metrodelegados han sido diversas y han puesto en el centro, el diálogo con los usuarios. Así, los trabajadores ha desplegado un plan de lucha basado en “medidas de autodefensa” que consisten en la apertura de torniquetes para el ingreso gratuito de los usuarios a la red, al mismo tiempo que se les comparte café y volantes informativos para explicar la situación. Acciones seguidas de paros parciales, acotados y aleatorios en las diversas líneas de la red.
Néstor Segovia fue liberado a las 23:15 horas de la noche del martes y al salir señaló lo siguiente: “Salí más fortalecido que nunca. No tengo miedo de estar preso. Pensaron que nos iban a amedrentar. Sigo reivindicando nuestro pedido de discutir paritarias libres y sin techo. Después, todo lo que pasó es un circo. Le decimos a Larreta que vamos a continuar haciendo medidas y queremos discutir paritarias. No declaré porque es todo una pavada” finalizó.
Desde el Sindicato Unificado Metro, organización sindical de los trabajadores de operaciones y servicios del Metro de Santiago, enviamos nuestra total solidaridad con nuestros colegas del Subte, consideramos como derechos fundamentales el reconocimiento a las organizaciones sindicales de los trabajadores y el necesario reajuste salarial que defienda el poder adquisitivo de sus afiliados, en un momento en que el gobierno de Macri pretende hacer pagar los costos de los ajustes neoliberales a las familias de los trabajadores.
Esta crítica situación por la que están pasando nuestros colegas argentinos reafirma la necesidad de que el transporte público sea de propiedad estatal y organice su gestión en virtud de las necesidades de la población y el bienestar de sus trabajadores y no del interés de la ganancia empresarial.